Aunque la amabilidad y el sentido común ayudan a evitar ciertos apuros, hay unas reglas que es necesario conocer para relacionarse con los demás. Las costumbres cambian con los tiempos y es necesario adaptarse a los nuevos usos para no desentonar en cualquier acto social.
El protocolo es una norma social. Éstas no son un impedimento o un fastidio sino una ayuda para hacer la vida más fácil. Bodas, bautizos, recibir en casa, entrevistas de trabajo, etc,… tienen sus propias reglas de comportamiento que deben ser aceptadas para integrarse con éxito en toda reunión social.
Las bodas son un compendio de normas de protocolo. En la actualidad no se respetan ciertas normas que antaño eran de obligado cumplimiento. Además, en las ceremonias nupciales las costumbres varían según el país en que se celebre la boda.
La fecha de la boda se fija con seis o siete meses de antelación si se pretende realizar por la Iglesia. Si la ceremonia es civil dos o tres meses son suficientes. Es preferible su celebración por la tarde y en viernes o sábados.
La petición de mano se celebra entre un mes y dos antes de la boda. Durante la misma, el novio regalará a la novia una sortija de brillantes, un solitario, un collar de perlas, unos pendientes o una pulsera. Este regalo se ofrecerá al término de los postres en la comida de petición. Por su parte, la novia le corresponderá con un reloj, unos gemelos o una botonadura. Antes, incluso se regalaba una pareja de escopetas.
Las invitaciones se mandarán con un mes o mes y medio de antelación. Preferiblemente se imprimirán en cartulina dura de color crema, con letra inglesa y serán los padres de los novios quienes participen e inviten a la ceremonia de sus hijos.Los invitados enviarán sus obsequios a los novios quince días antes de la boda. No deben ser regalos de uso personal. Se recomienda acudir a la lista de bodas que preparen los novios. Antes estaban mal vistas pero actualmente son una práctica extendida que no ofende a los invitados. Es más, facilita elegir el regalo ofrecido a los novios. Los regalos más valiosos los harán los padrinos, los tíos carnales y los abuelos, a los que se les permite enviar dinero.
Los padrinos. La tradición en España es que los padrinos sean la madre del novio y el padre de la novia. En su defecto, el abuelo o la abuela y el hermano o la hermana.
Los testigos. Los testigos serán los tíos carnales, los hermanos de los novios, los abuelos y los amigos más íntimos. Éstos deben llegar un cuarto de hora antes para acompañar al novio. Por su parte los invitados esperarán a la novia en el interior de la iglesia.
Llegada a la iglesia. El novio junto con la madrina llegará a la iglesia con la misma antelación que los testigos. Antiguamente era tradición que enviara un ramo de azahar a casa de la novia para decir que ya estaba preparado. La novia debía salir de su casa al recibir este ramo. Ahora ella llegará al templo no más de diez minutos tarde con su padre o padrino. Para entrar en la iglesia, la novia debe entrar del brazo derecho del padre si éste es militar, y del izquierdo si es civil.
La ropa de boda. La novia debe llevar un traje blanco o crudo largo, con velo o mantilla blanca sobre la cabeza y poco escote. En caso de contraer matrimonio en segundas nupcias, el vestido será corto. Llevará el pelo recogido con algún adorno de flores o una diadema en la cabeza. No es elegante llevar una melena larga y suelta. Por su parte, el novio llevará chaqué, camisa blanca, chaleco y corbata en tonos grises. Los testigos lo mismo. En segundas nupcias vestirá un traje oscuro.
