Durante el embarazo, los ligamentos y las articulaciones están sometidos a grandes presiones.
El cambio del centro de gravedad debido al mayor tamaño del útero puede afectar a las posturas, y si no tiene cuidado al levantar objetos o llevar bolsas pesadas, por ejemplo, padecerá dolores de espalda innecesariamente.
Mala postura:
La espalda se arquea debido al volumen del vientre.
Buena postura:
La cabeza y la columna vertebral están alineadas; los hombros permanecen caídos y relajados.
Baje los hombros y échelos hacia atrás.
Eleve pecho y tórax.
Intente mantener la espalda tan recta como le sea posible.
Meta los glúteos.
Doble ligeramente las rodillas.
Separe un poco los pies.
