Casarse en Los Ángeles

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Cuánto cuesta casarse hoy día en Los Ángeles

Perfumados lirios blancos adornan el altar, una alfombra blanca cubre el pasillo principal y de fondo se escuchan los acordes del concierto Brandenburg #3 de Johann Sebastian Bach. Ya viene la novia, radiante y llena de felicidad.

Con esa escena sueñan muchas mujeres. El día de su boda…, un día que tiene que salir perfecto porque es inolvidable. Sin embargo, ¿qué hay detrás de todos esos preparativos?

¿Cuánto dinero necesitas para que todo salga como quieres?

Lucía Vázquez prepara su boda para el año entrante. Junto con su novio, Tomás, ha ahorrado 10 mil dólares para pagar por la ceremonia, pero aún no han fijado la fecha porque no saben si esa cantidad les va a alcanzar.

“Hemos estado haciendo un sondeo y todo está muy caro. El vestido, el salón para la fiesta, las flores, la música, la iglesia, los anillos… Creo que no nos va a alcanzar para la luna de miel”, dice la joven de 25 años.

De costos a costos

Nena Granda, propietaria de la tienda de novias Alicia’s Bridal & Tuxedo Town del centro de Los Angeles, afirma que hoy día hay muchas opciones para tener una linda ceremonia y que el dinero no debe ser un obstáculo para realizarla.

“El costo depende de lo que la pareja pueda pagar. Las ideas de la gente han evolucionado y ya las ceremonias matrimoniales no son tan tradicionales como antes, ahora se van por lo práctico”, dijo la propietaria.

Sólo en el traje de novia, que es en lo que Granda tiene más experiencia, las mujeres están gastando un promedio de 850 dólares, incluyendo accesorios, zapatos, velo y crinolina. Si se habla de precios en general, en su local hay lindos trajes de novia que valen menos de 200 dólares.

“Antes, casi todos los gastos de la boda los pagaba el padre de la novia, hoy día se dividen entre las dos familias e incluso se ha adquirido la tradición de llevar padrinos, que finalmente son los que pagan todo”, dice Granda. “Cuando a alguien le piden ser padrino, tiene que ir pensando en un gasto que va de 24 a 400 dólares, por lo menos”.

No obstante, con mucho o poco dinero, lo que sí deben tener los novios son los 69 dólares para pagar la licencia de matrimonio que requiere el estado. Sin eso no hay boda. Víctor González, administrador de la capilla para bodas La Catedral de Los Angeles, ubicada en la calle Broadway del centro de la ciudad, cuenta que en su local se realiza un promedio de 40 matrimonios a la semana.

“Aquí vienen todo tipo de parejas, desde personas ya mayores que han vivido juntas por muchos años y llegan acompañadas por sus hijos para legalizar su situación, hasta parejas jóvenes que quieren casarse rapidito. El único requisito es que tengan más de 18 años, que tengan una identificación con foto [licencia de California, pasaporte o cédula de su país] y una licencia de matrimonio”, dijo González.

En este lugar casarse legalmente sólo cuesta 140 dólares, precio que incluye el uso de la capilla, el servicio de un ministro registrado (sin ninguna denominación religiosa), música, una botella de champán, un regalo para la novia y un viaje a Las Vegas. Si la novia no tiene vestido, aquí le prestan uno sin costo alguno.

“En febrero y abril es cuando se casan más parejas”, comentó González. Después de la ceremonia los nuevos esposos se van a un salón o a un restaurante a celebrar”.

Experiencias qué enseñan

Rachel y Douglas Marlet se casaron en 1995 en un lujoso hotel de la ciudad de Ventura. La ceremonia fue en la playa, frente al mar; había más de cien invitados y se sirvieron vinos franceses.

“Gastamos aproximadamente 25,000 dólares”, cuenta Rachel, quien hoy día ya está divorciada de su esposo. “Tengo unas fotos de recuerdo preciosas, pero ahora me arrepiento de haber gastado tanto dinero; creo que aún tenemos algunos saldos de esa fiesta en nuestros estados de cuenta”.

Rachel afirma que si se vuelve a casar no cometerá la misma “locura”. “Hay gente que invité a la boda y desde entonces no la he vuelto a ver. Ahora pienso que los matrimonios deben ser algo más personal, con la familia y los amigos cercanos. Después de todo, cuando hay problemas en la pareja todos esos invitados no van a estar a tu lado para ayudarte”.

Sin embargo, el hecho de no gastar mucho dinero no significa que no puede tener la boda que desea.

Maricela Savalas y Eric Weismer se casaron el pasado mes de junio en el parque de diversiones Disneyland. Ella llegó al altar como siempre soñó, en una carroza como la del cuento de La Cenicienta.

“Nos casamos aquí, porque desde que éramos niños a los dos nos gusta mucho este lugar. Eso sí, queríamos una boda muy íntima, donde sólo estuviera nuestra familia y que nosotros pudiéramos disfrutar de este día”, dijo la feliz novia.

El gasto del enlace Savalas-Weisner fue sólo de dos mil dólares. Incluyéndose ellos eran sólo 23 personas. Así fue como, además, pudieron disfrutar de un paquete que incluía tres noches de hotel y dos días enteros en el parque, entre otras cositas.

Tanto Rachel como Maricela afirman que tardaron aproximadamente un año en planear sus respectivas bodas.

Bases seguras

María Cordero, junto con su esposo Rafael, dirigen cursos para parejas que están próximas a casarse. Ella considera que muchas veces los novios llegan al altar sin hablar antes de finanzas.

“Muchas parejas hacen a regañadientes el curso prematrimonial que exige la Iglesia Católica para casarse; consideran que es una pérdida de tiempo. Sin embargo, allí se les habla de los problemas que se pueden presentar en el matrimonio, del dinero y la planificación familiar que es tan importante”, dice Cordero.

Un matrimonio feliz no se deriva de una linda boda, considera la consejera, “la pareja tiene que amarse y formar su hogar con bases firmes, respeto, dedicación, comprensión, comunicación”.

Cordero dice que ha tenido la experiencia de ver bodas que se cancelan después de un curso prematrimonial, porque los novios reflexionan y se dan cuentan que están pensando sólo en lo material, en lo bonito de la ceremonia y de la fiesta.

Conclusión

Antes de comenzar a planear su boda, asegúrese de que la pareja que eligió es la adecuada.

Comience los preparativos con bastante anticipación para así seleccionar lo que le gusta y aprovechar descuentos u ofertas.

Una boda espléndida y costosa no le garantiza un esposo/a para toda la vida. Así es que ¡ojo con el bolsillo!

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