Existe una estrecha relación entre el ser humano y el lugar que habita. Estamos rodeados de energía, por todos lados: en nuestras casas y lugares de trabajo, hábitats que son receptáculos.
La salud, la situación económica y las relaciones afectivas o familiares dependen de la forma en que esta energía fluya entre nosotros y nuestro entorno. También influye en la creatividad y la espiritualidad.
Este consiste en dar preferencia y valor a las necesidades del hogar. Luego, se asocian estas necesidades a los elementos: agua, tierra, trueno, viento, fuego, cielo y montaña, que a su vez están relacionados con el “Bagua”, una especie de mapa o croquis que se divide en las áreas importantes de la vida y las enlaza con las áreas del hogar. En otras palabras, conecta el diseño de la vivienda con las bendiciones y tesoros de la vida.
Así se pueden colocar los objetos de la casa en relación armónica con los valores humanos y en equilibrio con el Universo. Logrando que el “chi” fluya sin obstrucciones, con limpieza y orden.
Los beneficios son graduales, pero lo primero que percibirás es un ambiente agradable para disfrutarlo y vivirlo. Te ayudará a liberarte del estrés y hasta de algunas enfermedades. Atrévete y saca ventaja de esta disciplina.
Poco a poco, te iremos presentando los puntos más importantes para que los apliques en tu hogar.
Es una disciplina oriental, que proviene de la India. Luego se extendió hasta la China, donde influida por el taoísmo y el budismo se transformó en un verdadero arte.
Se basa en el manejo de la energía o “chi” y su equilibrio, a través de los espacios que habitamos.
Cuando existen problemas se debe a energía estancada o que se fuga. Puede ser que ciertos espacios de la casa están mal ubicados o tienen mala distribución del mobiliario. Esto indudablemente influirá negativamente en la persona y, por lo tanto, le acarreará malestar.
De acuerdo con el feng-shui, el centro vital desde donde fluye la energía o el “chi” del hogar es el “Lu”. El feng-shui ofrece un método de diagnóstico y la manera de aplicarlo, tanto en los espacios como en sus habitantes.
Datos de interés
El feng shui es la cosmología del hábitat, que toma los símbolos del taoísmo y del I ching; esta ideología considera que todos los seres, los animales, las plantas y las estrellas están ligados entre sí y conforman un cosmos, pues todos proceden del mismo origen y se relacionan. Lo que afecta uno se refleja en el resto.
La energía que proviene del Universo y llega a la Tierra se divide en positiva y negativa, conocidas como el Ying y el Yang, respectivamente.
El Ying y Yang, según su vibración, conforman la materia y sus múltiples expresiones.
El feng-shui reconoce que existen cinco elementos: madera, fuego, tierra, metal y agua, que son alimentados por una energía vital o “chi”.
El “chi” es considerado como la energía primordial y más importante del mundo por los orientales.
La salud, el dinero y la armonía son representaciones del “chi” dentro de un hogar. Si alguno de estos elementos no está presente, es posible que la energía de ese espacio sea débil o se haya vuelto agresiva por las condiciones que prevalezcan. Esto es lo que el feng shui ayuda a balancear.
Feng significa viento o energía, shui significa agua. Los chinos consideran que la energía del feng-shui es como el viento que no se puede comprender y como el agua que no se deja atrapar.
El agua posee ciertas propiedades que almacena el “chi”. Por eso, en el hogar es muy importante la presencia de este líquido.
