¡PAREJAS FANTÁSTICAS!
Busca dos palabras que no tengan afinidad, para que la imaginación se ponga en marcha y busque una relación entre ellas. El par perro-gato no seria fantástico ya que se trata de una asociación bastante lógica de dos animales domésticos. Sin embargo, gato-cajón sí que resulta una pareja “ilógica”.
Con esta pareja empezamos el cuento: “A Mishino, el gatito meloso de María, le encantaba dormir dentro del cajóndel escritorio de la niña. (…) Un día Mishino siguió a María al colegio y se metió en el cajón de su pupitre (…)”
SI FUERA…
Para formular esta pregunta escoge al azar una persona y un objeto. Su asociación nos permitirá crear una historia original.
Por ejemplo, si la persona fuera “Jaime” y el objeto “una nevera”, la historia podría empezar así: “Con unos polvos mágicos convertimos a tu hermano Jaime en una nevera… ahora siempre tiene mucho frío, pero nunca tiene hambre porque tiene un montón de comida… lo peor es que hay cosas que no le gustan… y que no puede moverse de la cocina, ¡con lo que le gusta ir en bicicleta…!” No olvides aderezar tu historia con aventuras cotidianas de tu personaje inventado.
¡Cuánto más extravagantes son las asociaciones, más disparatada se vuelve la historia!
FRAGMENTOS DE PELÍCULAS
Hay días en los que el sueño te vence y eres incapaz de inventarte nada nuevo, no desesperes, seguro que recuerdas películas que te encantaban cuando tú tenías la edad de tu hijo. Recurre a ellas para contar una historia. Por ejemplo, inspírate en algunas series o películas familiares…
PERSONAJES DE SIEMPRE
Los personajes de Disney son siempre un recurso para entretener a tu hijo. Son figuras que él reconoce y que identifica perfectamente. La gracia estará en que modifiques su conducta habitual. Por ejemplo, Pluto puede pasar a ser un conejo en vez de un perro y ser muy amigo de Peter Pan, que a su vez se enamora de Pocahontas.
PASAR DEL BLANCO AL NEGRO
Resalta una característica de tu hijo que te gustaría que modificara y conviértela en positiva. Por ejemplo, si tu hijo es un tozudo, hazle ver que eso hará que alcance las metas que se proponga en la vida. El relato podría ser más o menos así: Marina y Esteban eran dos hermanos gemelos que participaban en el maratón de su colegio… siempre llegaba al final porque se lo proponía…
DIBUJAR = INVENTAR
Incita a tu hijo a dibujar unas viñetas en las que la familia sea la protagonista y luego entre los dos podréis crear la historia. Si tienes más hijos, entre todos podéis imaginar un nuevo cuento. Si tus hijos son demasiado pequeños para dibujar, prueba a hacerlo tú.
DICCIONARIO A LA CARTA
Coge un diccionario y deja que tu hijo escoja varias palabras y con eso deberéis crear una historia entre los dos. Si tu hijo es muy pequeño escoge tú las palabras, te ayudarán a inventar cuentos diferentes cada vez.
Puedes empezar con: cereza, hormiga, Málaga, piano, servilleta. Pepita era una hormiguita chiquitina que vivía dentro de un piano de cola en un castillo cerca de Málaga…
PALABRAS NUEVAS
Crear palabras nuevas utilizando un prefijo te puede dar mucho juego. Por ejemplo, utiliza el prefijo “a” delante de la palabra “libro” y crea la nueva palabra “alibro”. Podría ser un objeto asombroso que haría aparecer libros cuando tenemos ganas de leer. Esto mismo, lo puedes hacer con otros prefijos como “des”, “bi”, “tri”, “anti”, “dis”, “semi”, “super”, “micro”, “mini”, “maxi”, etc.
A partir de aquí, ¡imagina la de relatos que se te pueden ocurrir!
ROBOTS
No sabes la gracia que les hace a nuestros hijos que nos inventemos nuevos aparatos que hacen un montón de cosas a la vez. Este recurso nos permitirá inventar un robot que hace todo lo que le pedimos. Puedes empezar tu aventura diciendo: “Oscar era un niño un poco remolón… por las mañanas le costaba mucho levantarse, hacerse la cama, recoger la habitación… pero a veces su mamá le dejaba utilizar a “Autoping” para que le ayudara…”
LOS CUENTOS DE SIEMPRE AL REVÉS
También puedes introducir un elemento que rompa con el cuento habitual. Por ejemplo, el gato con botas ahora lleva patines.
Otra opción es mezclar diferentes cuentos, por ejemplo, Hänsel y Gretel se encuentran en casa de los Tres Cerditos…
INSPIRACIÓN DIVINA
¿Que se puede hacer cuando la inspiración te ha abandonado? Pues muy sencillo, utilizas la misma trama de un cuento tradicional pero variando los personajes y los lugares.
Primero cogemos el argumento original, por ejemplo: las siete cabrillas viven con su madre. Un día la madre se va al bosque y las cabrillas se quedan solas en casa. Llega el lobo, etc.
Y le cambiamos las figuras y los sitios: siete astronautas viven con un marciano. Un día el marciano se va de Marte y los siete astronautas se quedan solos en el planeta. Llega una nave espacial, etc.
Otra forma de hacerlo es utilizar el mismo guión y los mismos personajes de los cuentos tradicionales, pero situándolos en otro tiempo y/o espacio. Por ejemplo, contar el cuento del flautista de Hamelin ambientándolo en la Barcelona de hoy en día. Por ejemplo: Barcelona está llena de coches y el flautista los seduce con su música para llevarlos fuera de la ciudad…
TU HIJO, EL “PROTA” DE LA HISTORIA
Seguro que a tu hijo le encanta ser el centro de atención, así que se entusiasmará siendo la estrella de la historia. Preséntale situaciones ingeniosas y un futuro de cosas por descubrir. Recuerda, ¡no son sermones!
Por ejemplo, a tu hija le parecerá más atractivo el cuento si empiezas diciendo: “Susana era una niña muy aventurera que viajó a la selva y conoció muchos animales salvajes…” que si por el contrario le dices: “Susana era una niña que lo tiraba todo por el suelo, que no quería comer…”
Para que tu hijo se conozca a sí mismo necesita poderse imaginar. Contando este tipo de cuentos ayudas a tu hijo a que se imagine a sí mismo y a que imagine su propio futuro. Estos sueños ayudan a que tu hijo desarrolle su personalidad.
No tiene por qué ser todo fantasía, es bueno que intervengan personajes y lugares conocidos por tu hijo, ¡hará el cuento más creíble!
