Hazlos cuanto antes, porque aunque no te quiten mucho tiempo, son imprescindibles para casarse por la Iglesia, y en cuanto más cerca estés de la boda menos tiempo tendrás.
¿Hay que hacerlos obligatoriamente? Sí, son obligatorios porque para los católicos es imprescindible obtener el certificado de haberlos realizado. Además son gratuitos.
¿Dónde se pueden hacer? En la parroquia que más os convenga y si no tenéis tiempo o viajáis mucho, se pueden realizar por correspondencia.
¿Cuánto duran? Depende de la parroquia, entre un año y un día.
¿Son útiles? Sí; ayudan a la pareja a tomar conciencia de su nuevo estado, al tratar temas relacionados con la finalidad del matrimonio dentro de la religión católica, aspectos psicológicos y médicos relacionados con la diferencia de sexos, educación de los hijos, asesoramiento jurídico, etc…
El espíritu y el método del CPM (Preparación al Matrimonio y la Vida Familiar)
El CPM tiene la misión de acompañar a las parejas en el crecimiento de su amor y de su fe, con vistas a la vivencia adecuada del sacramento del matrimonio y a la constitución de una pareja y una familia que tiendan a la realización del espíritu evangélico.
Esta misión, entendida dentro del conjunto de la gran misión de la Iglesia en el mundo de hoy, está en la base de la opción del CPM respecto al espíritu, a la actitud, a la apertura y al método adecuado del trabajo con las parejas de novios. Esto es lo que nos define. Las técnicas concretas valen sólo en la medida que aplican este espíritu fundamental y característico del CPM.
El objetivo del CPM (Preparación al Matrimonio y la Vida Familiar)
Una tarea pastoral se define fundamentalmente por su objetivo, no entendiéndolo simplemente como el campo parcial de trabajo, sino como manera propia de insertarse en la gran misión de la Iglesia en el mundo de hoy.
1. Objetivo general
El objetivo general de los diálogos CPM es que todos sus participantes, parejas de novios, casados y consiliarios, crezcan en su fe, en su amor y en la riqueza de su vida, como personas y como parejas.
Es así como el CPM ve su participación en la tarea reevangelizadora de la Iglesia en nuestro mundo racional, técnico, secular, plural, crítico, postcristiano, desencantado.
2. Caminos de realización
Los novios viven las características de nuestro tiempo en un ámbito psicológico de post-juventud. Esto marca los caminos de realización de aquel objetivo general que el CPM se fija:
2.1.- Que las parejas reflexionen con espíritu crítico sobre ellos mismos y sobre nuestro mundo a fin de adoptar opciones valoradas y asumidas conscientemente.
2.2.- Que los novios tiendan a adoptar como criterio, aquellas valoraciones y aquel estilo de vida que sean más humanos, más plenos, a la luz del espíritu evangélico.
2.3.- Que las parejas proyecten un estilo de vida familiar y personal según el espíritu cristiano, de manera que vivan el sacramento que preparan como signo de una fe viva en el Señor.
3. Objetivos globales
Para conseguir aquel objetivo general a base de los caminos de realización propios del CPM -conocimiento, revisión crítica, proyecto cristiano-, los diálogos con las parejas se proponen unos objetivos globales que se pueden resumir y detallar en estos tres capítulos:
3.1.- Conocer la propia vida, la del otro y la de la pareja como tal
Conocerse y aceptarse uno mismo en las múltiples manifestaciones, a veces desconocidas, de la propia personalidad de la experiencia personal de la vida.
– Exponer las categorías y valoraciones que orientan a cada uno en sus juicios y opiniones: y los intereses que le mueven en su vida concreta y especialmente en la vida de cada pareja.
– Conocer el complejo mundo del otro miembro de la pareja; sus experiencias, sus categorías y maneras de pensar, las causas de todo tipo que le han influido; entendiendo el mundo del otro como algo que hay que atender como otra experiencia de la vida tan válida como la propia.
– Hacerse cargo del estilo de pareja creado durante el noviazgo, de las relaciones mutuas y de las relaciones con las correspondientes familias, con los otros y con la sociedad.
– Conocer el estilo de vida y de matrimonio-familia que más o menos conscientemente o explícitamente proyectan.
– Descubrir las causas que les han llevado a ver el mundo y a vivir la vida tal como lo hacen; causas familiares, ambientales, educacionales, sociales, de clase, etc…
3.2.- Reflexionar de manera crítica y valorativa
– Reflexionar sobre la propia vida y los propios valores reales de pensamiento y de acción, haciendo de ellos una valoración crítica – lo que hay de positivo y de negativo- lo más adecuada posible.
– Hacer una valoración crítica del ambiente social y eclesial del cual todos somos al mismo tiempo hijos y autores.
– Comprender por parte de las parejas, la tensión que hay entre su experiencia de novios y su futura vida de casados, con lo que tiene de continuidad y lo que significará de cambio.
– Reflexionar conjuntamente sobre los valores que constituyen la verdadera vida humana y que hay que lograr que dirijan la vida personal, de pareja, familiar y social.
– Recuperar el Espíritu del Evangelio en sus elementos principales y característicos, y en esta recuperación continuar el camino de construcción de la nueva Iglesia que deseamos.
3.3.- Adoptar un proyecto evangélico de vida personal y de pareja
– Promover entre todos los participantes en el diálogo una renovada tendencia hacia los valores evangélicos como norma de vida y hacia el amor y la oración a Dios Padre y al Señor Jesús.
– Ayudar a cada pareja de novios a dar pasos hacia delante, partiendo de la situación en la cual se encuentran, hacia un estilo de vida abierto, generoso, inteligente, en sus relaciones de pareja y con la sociedad.
– Comprender de manera viva el sacramento que los novios preparan como la celebración gozosa, alegre, de la experiencia salvadora de Jesucristo, de su amor y de su fe renovada en Él.
– Promover la tendencia a construir las nuevas familias, como pequeñas comunidades cristianas, integradas y activas en la vida eclesial.
– Aprender a dialogar y a valorar el diálogo como el momento decisivo de la comunicación de la pareja, como uno de los puntos más importantes en la construcción de una sociedad humana fraternal, respetuosa, inspirada en el espíritu evangélico.
– Experimentar prácticamente un grupo de diálogo serio y enriquecedor como punto de partida para una futura posible continuación de la experiencia en grupos de casados o en algún grupo o comunidad donde desarrollar su vida.
La temática
El CPM trata los diversos aspectos de la vida de pareja y de familia alrededor de siete temas: psicología de la pareja, amor, sexualidad, procreación-hijos, dimensión social de la familia, fe y sacramento del matrimonio.
El CPM opta por empezar tratando los temas relacionados más directamente con la pareja. Por razones prácticas, en primer lugar, porque en estos temas es más fácil la relación con las parejas; y en segundo lugar, por razones más profundas, como el evitar la discusión abstracta sobre la fe y abrir así el camino a una comprensión evangélica del amor, la sexualidad y la familia.
Esta es, pues, la visión coherente de los temas y su orden: el punto de partida es la pareja, con la manera de ser de él y de ella (1), unidos por el amor (2), siguiendo con la sexualidad, como manifestación privilegiada del mismo (3), con el fruto del amor que son los hijos (4); considerando que la familia vive inmersa en el mundo, que ella necesita y que la necesita a ella (5), yendo así a parar al tema de la fe, que da el pleno sentido al amor de la pareja (6), celebrado por el signo sacramental de la presencia de Jesucristo Salvador (7).
El CPM ha trabajado siempre a base de siete temas, porque acumula en un solo estudio la fe y el sacramento. Es muy difícil el estudio satisfactorio de estos dos temas en un solo capítulo, y por eso mismo se recomienda desglosarlos y adoptar el esquema de siete temas.
