Martinica o “Madinina”, bautizada asà por los Indios Caribeños, se encuentra en pleno corazón del archipiélago del Caribe y forma parte del grupo de las Pequeñas Antillas o “Islas del Viento”.
El colorido y el aroma que se respira en toda la isla, la convierte en un paraÃso estival en cualquier época del año.
Su ambiente francés y caribeño cautivan al visitante sumergiéndolo y ofreciéndole infinidades de atractivos disfrutes.
Es además, un paraÃso para la práctica de los deportes acuáticos, especialmente el submarinismo. Las playas, el sol y el descanso están garantizados.
Sus costas están bañadas al este por el Océano Atlántico y al Oeste por el mar Caribe.
Seductora en todas las estaciones, Martinica ofrece, con generosidad, 1080 km² de paisajes repletos de contrastes, idÃlicos, que dan fe de la riqueza y de la vitalidad de la flora martiniquesa. Martinica encanta a los visitantes por su riqueza, su exuberancia y la variedad de sus paisajes: al Norte, bosque tropical y rica vegetación, ideales para los más deportistas: descenso de cañones, senderismo, quad, equitación…
El sur de la isla es también una visita obligada para los que no conciben pasar sus vacaciones lejos de las playas de arena blanca, de los cocoteros y de un mar de aguas calientes’imagen de postal garantizada. Los aficionados a los deportes náuticos quedarán totalmente satisfechos: kite surf, submarinismo, moto acuática, kayak…
Rica en patrimonio y en cultura, Martinica se expresa a través de una artesanÃa diversificada y le seducirá constantemente por su gastronomÃa con gran variedad de especias, cuyos aromas y sabores cautivan los sentidos.
Martinica cuenta con una gran variedad de medios de alojamiento adaptados a todo tipo de clientes: hoteles con encanto, de alto standing, fincas, residencias hoteleras, albergues…
Martinica es también un destino ideal para el Turismo de Negocios gracias a sus infraestructuras de calidad: palacio de congresos, hoteles de 4*, garantizan el éxito de los seminarios o de los congresos. Con un pueblo mestizo, talentoso y apasionado, asegúrese una mezcla de “aire caribeño” y de “toque a la francesa” para un destino en el que las fiestas se hacen ¡al ritmo del calendario! En el transcurso de su viaje, responda: A la invitación de los aromas, que son numerosos en Martinica: clavo, canela, vainilla, nuez moscada… A la invitación de la música: zouk, biguina, mazurca… y déjese sorprender por los ritmos de una isla rica en su cultura, rica en sus mestizajes…
