El vestido de novia
La mayoría de las novias se casan de blanco, como símbolo de su inocencia, pureza y virginidad. Pero no siempre fue así: esa tradición data del siglo VI, dado que antes las chicas preferían el color plateado, hasta que la reina Victoria impuso la nueva tendencia.
Cada cultura interpreta los colores con un significado particular, en las culturas occidentales se considera el color blanco como símbolo de pureza, mientras que para el islamismo es el negro. En Japón el color predominante es el rojo.
Por otra parte se considera mala suerte que la novia confeccione su propio vestido, que el novio la vea vestida antes de llegar a la ceremonia y llevar un vestido usado o prestado. La novia no debe usar completo su traje antes del día de la boda. Algunas dejan una terminación final en el vestido deshecha hasta último momento.
El velo
El velo simboliza la virginidad, la modestia y la inocencia de la novia, de ahí su color, aunque en algunos lugares se utiliza el azul como símbolo de la Virgen María.
En algunas culturas asiáticas y del Medio Oriente el velo se llevaba para ocultar completamente la cara de la novia a un novio que jamás la había visto. Solamente después de la ceremonia se le permitía al novio levantar el velo para ver el rostro de su nueva esposa. En la religión islámica la mujer debe cubrir su cabeza con un velo negro como símbolo de respeto a Mahoma. Según otras tradiciones, por ejemplo la romana, el velo protegía a la novia de malos espíritus, a los que se pensaba, es vulnerable. Se hizo popular en Inglaterra en los años 800. Fue allí donde se le asoció con la modestia y la castidad.
En la actualidad, hay novias que se ponen velo y cuando el cura dice aquello de “ahora ya puede besar a la novia”, el novio levanta el velo de la novia y lo aparta para atrás. En Oriente, hoy en día, todavía se usa para tapar la cara de la novia a la que el novio no ha visto nunca. El velo se retira una vez acabada la ceremonia.
La liga
Hay quienes afirman que, en realidad, todo comenzó con la liga, en el siglo XIV, en Francia. Los invitados corrían detrás de la novia y le quitaban la liga como podían, ya que se pensaba, traía buena suerte. Para evitar que la novia terminara con todos los invitados bajo su falda, ellas empezaron a lanzar la liga voluntariamente.
