Encontrar la persona correcta para compartir la vida

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Contrario a la idea burlesca que el Occidente tiene de esta entidad, el matrimonio es algo serio, puro y sagrado, y es quizás, una de las decisiones más grandes que una persona ha de tomar en el transcurso de su vida. Por lo tanto, la persona debe ejercer cuidado y cautela al realizar tan importante decisión.

No hay mejor guía que la guía proveída por Dios, así que uno debe aprender a confiar en Allah y pedirle a El que nos conceda el compañero(a) que será mejor para nosotros.

El matrimonio es la unión entre un hombre y una mujer. Es comprometerse de por vida a una persona, con la cual pasarás por altas y bajas diariamente. El matrimonio es una Sunnah, y una bendición si se lleva a acabo con la correcta intención y con la persona correcta.

Pero, ¿qué es lo que debes buscar en una persona para determinar si es compatible contigo o no?

Muchos buscan la atracción física, otros se fijan en la situación financiera, o metas académicas, o inclusive, posición social. Y aunque todos estos son factores que pueden utilizarse para determinar compatibilidad, existe un factor que te beneficiará mas que ningún otro: Din, o religión. 

A diferencia de los otros factores, conocer el estado religioso de una persona te dirá mucho acerca de su carácter. Es la mejor fuerza disuasoria de mentiras, bebidas alcohólicas, o maltrato, debido a el temor y respeto hacia Dios. Todas estas malas conductas son causas de divorcio. Una vez que la responsabilidad religiosa ha sido establecida, uno puede analizar los otros aspectos de la persona.

Religiones mixtas

Esta religión permite a los hombres casarse con cristianas o judías, porque representan a pueblos que tienen un libro revelado. Pero las mujeres no deben casarse con alguien que no sea árabe, ya que son los hombres quienes deben mantener las tradiciones, y ello podría suponer romper la continuidad de tales tradiciones.

Poligamia, negociación y la dote

Se permite tener más de una esposa, actualmente la práctica más común es tener una sola. Lo mismo ocurre con la “negociación” del matrimonio.

Aunque era costumbre “negociarla” entre dos varones, el novio, y algún pariente masculino cercano a la novia (padre o hermanos), hoy en día no se sigue tanto esta práctica. Lo que si está aún vigente es el tema de la dote.

Debe ser una aportación lo suficientemente “generosa” o grande, en dinero, joyas y otras cosas materiales, para garantizar la estabilidad económica futura de la familia. Según el Corán hay que dotar a la esposa con algo material, como seguridad, ya que si mañana ella se tiene que separar de su esposo, cuenta con algo para vivir.

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