La boda se acerca, ¡hay que enviar las invitaciones!
Como mínimo, las invitaciones deben enviarse con un mes y medio de antelación a la fecha de la boda y mas aún si la fecha coincide con periodo de vacaciones, en el que mucha gente pasa unos días fuera. Ten en cuenta, que si te casas un día muy señalado en el calendario, o en meses de verano, deberás enviarlas antes, con el fin de poder encontrar reservas en los hoteles para tus invitados. Esta antelación permite a los invitados organizarse y a los novios recibir a tiempo las confirmaciones y cancelaciones.
Si se cuenta con una lista de bodas para los regalos, se suele incluir una tarjeta del establecimiento donde está colocada la lista.
Las invitaciones se suelen llevar en persona a los hogares de los familiares y amigos más cercanos, y que residen en la misma ciudad que los contrayentes. En el resto de lo casos, se envían por correo con la suficiente antelación, para evitar “extravíos” y que lleguen demasiado tarde.
Para el envío al extranjero lo mejor es usar empresas de mensajería privada o correo certificado para evitar extravíos. Hay que enviar invitaciones a los invitados que residan fuera del país con tiempo, así les dará tiempo a organizar su agenda y comprar de forma más económica los billetes para el viaje.
Para saber cuantos sellos necesitarás, puedes llevar las invitaciones a correos, que te las pesen y te darán tantos sellos como necesites. Si eres detallista desde la página Web de correos podréis diseñar vuestros propios sellos con el motivo que deseéis. Utilizad una barra de pegamento para pegar los sobres, de lo contrario acabareis con una sobredosis de pegamento de tanto chupar sobres y sellos.
Para escribir las direcciones en los sobres utilizad una pluma estilográfica de un color que combine con el diseño, si no os sentís capaces de quedar a la altura, podéis contratar un calígrafo. No os olvidéis de incluir el remite, de esta manera, si hay alguna invitación extraviada, volverá a vosotros para que podáis reenviarla.
