Judaismo y el ciclo menstrual de la mujer

Tabla de contenido

Cronológicamente existe una concordancia exacta entre los preceptos del judaísmo que guían las relaciones matrimoniales y la medicina en cuanto a los tres periodos, en los cuales se divide el ciclo menstrual de la mujer:

Primer período- es la etapa del ciclo menstrual en la cual se deshace y se deshace la membrana mucosa que cubre el interior del útero, y como resultado, causa un flujo de sangre. Esta etapa conocida en la medicina con el nombre “menstruación”, concuerda con el período que según la tradición judía, es conocida también bajo el mismo nombre.

Segundo período- es una etapa de siete días a continuación de la menstruación conocida en la medicina, bajo el nombre “período de proliferación”. En estos días el útero reconstruye la membrana mucosa que se deshizo en el periodo anterior. De acuerdo al judaísmo, esta etapa coincide exactamente con los “siete días limpios” que comienzan al final de la menstruación.

Fecha de ovulación. Es el día en el cual el ovario libera una célula, el “óvulo”, hecho que tiene lugar mensualmente, al final del período de proliferación. La ovulación da la posibilidad que la mujer se embarace, siempre y cuando el óvulo sea fecundado por medio de una célula masculina, el “espermatozoide”. Es interesante destacar que la fecha de la ovulación también coincide en la mayoría de los casos con el día en el cual la mujer judía, de acuerdo al judaísmo, se sumerge y purifica en la “Micvé”, al finalizar los siete días limpios.

mujerTercer período- Esta etapa comienza a partir de la fecha de la ovulación y finaliza en el momento que aparece la próxima menstruación. En este período, conocido en la medicina con el nombre “período de secreción”, la membrana mucosa del útero se desarrolla aun mas con las glándulas de secreción y se prepara para facilitar la implantación del óvulo fecundado y de tal manera comenzar el estado de embarazo. También esta etapa coincide con el tercer período de acuerdo al judaísmo, y comienza después de la inmersión de la mujer en la “Micvé” y finaliza con el comienzo de la próxima menstruación, en caso que en ese mes el óvulo no fue fecundado.

Relaciones matrimoniales y ciclo menstrual

Aparte de la exacta coincidencia entre los tres períodos del ciclo mensual desde el punto de vista de la medicina y el judaísmo, existe también lógica médica en los preceptos del judaísmo en cuanto a las relaciones matrimoniales durante estos tres períodos.

Es fácil comprender porque no existe ninguna lógica médica para tener relaciones matrimoniales durante el período de la menstruación, si tenemos en cuenta y conocemos los siguientes factores, que ocurren e influyen en la fisiología y la psicología de la mujer durante la menstruación. Entre estos factores es importante destacar:

· Durante la menstruación la mucosa del útero se deshace, destruye y desprende y como consecuencia sangra.

· Durante la menstruación, los vasos sanguíneos, que se encuentran bajo la membrana mucosa del útero que se está desprendiendo, quedan abiertos y sangran, y pueden, durante relaciones matrimoniales, absorber gérmenes los que causaran infecciones en los órganos genitales.

· Durante la menstruación, el cuello del útero está parcialmente abierto, para permitir al flujo sanguíneo del útero salir al exterior. Esto significa que durante esos días, durante las relaciones matrimoniales, pueden introducirse gérmenes infecciosos en la cavidad uterina.

· La membrana mucosa que tapiza la vagina y que llega hasta el cuello del útero, segrega una secreción ácida, que obra como protector desinfectante contra bacterias externas que pueden penetrar al útero. Durante la menstruación este ácido pierde su eficiencia y deja de ser activo, por el hecho que la sangre es básicamente alcalina y de por si neutraliza el efecto ácido de la secreción vaginal.

· Durante la menstruación, a raíz de efectos hormonales, la mujer padece molestias corporales y emocionales y no se siente en condiciones físico-psicológicas para tener relaciones matrimoniales.

De acuerdo a lo explicado, es fácil comprender porque, desde el punto de vista fisiológico y medico, no es lógico tener relaciones matrimoniales durante la menstruación. Lo que es difícil de comprender, ¿Cuál es la lógica médica de evitar relaciones matrimoniales durante los “siete días limpios”, días en los cuales no existe ningún flujo sanguíneo?

Cuál es la lógica medica de evitar relaciones matrimoniales durante los “siete días limpios”

A pesar que a primera vista parecería que esta pregunta carece de contestación, en la realidad, existe una respuesta muy lógica, si profundizamos en el conocimiento de lo que en realidad ocurre en el útero durante esos días.

La suspensión del flujo de sangre al final de la menstruación, no indica que el interior del útero se ha curado biológicamente por completo del proceso de destrucción ocurrido durante la menstruación.

El cese de la sangre indica solamente el comienzo de la proliferación de las células que van a formar la nueva membrana mucosa que tapiza el interior del útero. 

Solamente, al final de los siete días, es decir, al cabo del período de proliferación, en el cual se reconstruye la nueva membrana mucosa que cubre el interior del útero, es el momento que el útero se ha curado biológicamente por completo.

Es interesante destacar, que también el ovario funciona paralelamente al estado biológico del útero y no libera el óvulo hacia el útero, inmediatamente después del período de la menstruación.

La liberación del óvulo, ocurre también al final del período en el cual el útero acabó de reconstruir la mucosa uterina.

Preceptos y beneficios para el hombre

No solo las mujeres se benefician por el cumplimiento de estos preceptos del judaísmo.

También los hombres disfrutan de beneficios corporales y emocionales al cumplir estos preceptos. Estudios estadísticos han comprobado que el porcentaje de casos de impotencia es mas elevado en los hombres que mantienen relaciones matrimoniales sin pause y abstención periódica.

Las estadísticas comprueban que la abstención periódica de las relaciones matrimoniales, fortalece y renueva las fuerzas masculinas y permite mantenerlas en forma normal hasta la ancianidad.

Los preceptos del judaísmo, no concuerdan solamente con la fisiología de la mujer en cuanto a las relaciones matrimoniales. Estos preceptos concuerdan también con la psicología del hombre y la mujer.

La psicología moderna y los preceptos de La Torá

La psicología moderna acepta que los preceptos de la Torá influyen en forma positiva y benefician a la vida matrimonial. A primera vista es difícil comprender este postulado. La pregunta que uno se hace es: ¿Cómo es posible que la completa y absoluta separación corporal entre marido y mujer por un período de casi dos semanas en cada ciclo mensual, beneficie la vida matrimonial?

Aparentemente, nuestra lógica nos haría llegar a la conclusión que la separación de marido y mujer durante tantos días seguidos, puede causar una alteración en al vida matrimonial. Pero la realidad, nos indica lo contrario.

A pesar que el ser humano es el que posee las cualidades mas elevadas y perfectas entre los seres vivientes, al mismo tiempo el hombre sufre de debilidades e incapacidades. Una de estas es, la incapacidad de gozar y disfrutar continuamente de goces corporales que se perpetúan sin pausas. La naturaleza del goce es que, cuando este se convierte en rutina, no solamente que pierde su potencia de ofrecer placer y satisfacción, sino que provoca pérdida de ganas e interés y puede llegar hasta el rechazo.

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