Se pueden leer tres lecturas o dos (si son tres, la primera será del Antiguo Testamento, la segunda de las cartas apostólicas y la tercera del evangelio; si son dos, la primera será del Antiguo Testamento o de las cartas apostólicas, y la segunda del evangelio). Después de la primera lectura, como momento de oración y reflexión, se recitará un salmo.
Lecturas del Antiguo Testamento
Lecturas del libro de Jeremías
Antiguo Testamento 8. Jeremías 31, 31-32a. 33-34a. Primera Lectura
Mirad que llegan días -oráculo del Señor- en que haré con la casa de Israel y la casa de Judá una alianza nueva. No como la alianza que hice con mis padres, cuando los tomé de la mano, para sacarlos de Egipto.
Sino que así será la alianza que haré con ellos, después de aquellos días -oráculo del Señor-: Meteré mi ley en su pecho, la escribiré en sus corazones: yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo.
Y no tendrá que enseñar uno a su prójimo, el otro a su hermano, diciendo: “Reconoce al Señor”. Porque todos me conocerán, desde el pequeño al grande -oráculo del Señor-.”
Palabra de Dios.
Lectura de libro del Cantar de los Cantares
Antiguo Testamento 5. Cantar de los Cantares 2, 8-10, 14. 16a; 8, 6-7a. Primera Lectura
¡Oíd, que llega mi amado, saltando sobre los montes, brincando por los collados!
Es mi amado como un gamo, es mi amado un cervatillo.
Mirad. Se ha parado detrás de la tapia, atisba por las ventanas, mira por las celosías.
Habla mi amado y me dice: “Levántate, amada mía, hermosa mía, ven a mí! Paloma mía, que anidas en los huecos de la peña, en las grietas del barranco, déjame ver tu figura, déjame escuchar tu voz, y es hermosa tu figura.”
¡Mi amado es mío, y yo soy suya!
Él me dice:
“Grábame como un sello en tu brazo, como un sello en tu corazón, porque es fuerte el amor como la muerte, es cruel la pasión como el abismo; es centella de fuego, llamarada divina: las aguas torrenciales no podrán apagar el amor, ni anegarlo los ríos.”
Palabra de Dios.
Lectura del libro Eclesiástico
Antiguo Testamento 6. Eclesiástico 26, 1-4. 16-21. Primera Lectura
Dichoso el marido de una mujer buena; se doblarán los años de su vida.
La mujer hacendosa hace prosperar al marido, él cumplirá sus días en paz.
Mujer buena es buen partido que recibe el que teme al Señor; sea rico o pobre, estará contento y tendrá cara alegre en toda sazón.
Mujer hermosa deleita al marido, mujer prudente lo robustece; mujer discreta es don del Señor: no se paga un ánimo instruido; mujer modesta duplica su encanto: no hay belleza que pague un ánimo casto.
El sol brilla en el cielo del Señor, la mujer bella, en su casa bien arreglada.
Palabra de Dios.
Lectura del libro del Génesis
Antiguo Testamento 1. Génesis 1, 26-28. 31a. Primera Lectura
Dijo Dios:
-“Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza; que domine los peces del mar, las aves del cielo, los animales domésticos, los reptiles de la tierra.”
Y creó Dios al hombre a su imagen; a imagen de Dios lo creó; hombre y mujer los creó.
Y los bendijo Dios y les dijo:
-“Creced, multiplicaos, llenad la tierra y sometedla; dominad los peces del mar, las aves del cielo, los vivientes que se mueven sobre la tierra.”
Y vio Dios todo lo que había hecho; y era muy bueno.
Palabra de Dios.
Lectura del libro del Génesis
Antiguo Testamento 2. Génesis 2, 18-24. Primera Lectura
El Señor Dios se dijo:
-“No está bien que el hombre esté solo; voy a hacerle alguien como él que le ayude.”
Entonces el Señor Dios modeló de arcilla todas las bestias del campo y todos los pájaros del cielo y se los presentó al hombre, para ver que nombre les ponía. Y cada ser vivo llevaría el nombre que el hombre le pusiera.
Así, el hombre puso nombre a todos los animales domésticos, a los pájaros del cielo y a las bestias del campo, pero no encontraba ninguno como él que lo ayudase.
Entonces el Señor Dios dejó caer sobre el hombre un letargo, y el hombre se durmió. Le sacó una costilla y le cerró el sitio con carne.
Y el Señor Dios trabajo la costilla que le había sacado el hombre, haciendo una mujer, y se la presentó al hombre.
El hombre le dijo:
-“¡Ésta sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne!
Su nombre será mujer, porque ha salido del hombre.
Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y serán los dos una sola carne.”
Palabra de Dios.
Lectura del libro del Génesis
Antiguo Testamento 4. Proverbios. 31, 10-13. 19-20. 30-31. Primera Lectura
Una mujer hacendosa, ¿quién la hallará?,
Vale mucho más que las perlas.
Su marido se fía de ella, y no le faltan riquezas.
Le trae ganancias y no pérdidas todos los días de su vida.
Adquiere lana y lino, los trabaja con la destreza de sus manos.
Extiende la mano hacia el huso, y sostiene con la palma la rueca.
Abre sus manos al necesitado y extiende el brazo al pobre.
Engañosa es la gracia, fugaz la hermosura, la que teme al Señor merece alabanza. Cantadle por el éxito de su trabajo, que sus obras la alaben en la plaza.
Palabra de Dios.
Lectura del libro del profeta Jeremías
Antiguo Testamento 7. Jeremías 29, 5-7. Primera Lectura
Así dice el Señor:
-“Construid casas y habitadlas, plantad huertos y comed sus frutos. Tomad esposas y engendrad hijos e hijas, tomad esposas para vuestros hijos, dad vuestras hijas en matrimonio, para que engendren hijos e hijas: multiplicaos allí y no disminuyáis. Buscad la prosperidad del país adonde os he deportado y rogad por él al Señor, porque su prosperidad será la vuestra.”
Palabra de Dios.
Lectura del libro de Rut
Rut respondió:
-“No insistas en que te abandone y me separe de ti, porque donde tú vayas, yo iré, donde habites, habitaré.
Tu pueblo será mi pueblo y tu Dios será mi Dios.
Donde tú mueras moriré y allí seré enterrada.
Que Yahveh me dé este mal y añada este otro todavía si no es tan sólo la muerte lo que nos ha de separar.”
Palabra de Dios.
Lectura del libro de Tobías
Antiguo Testamento 3. Tobías 8, 4b-8. Primera Lectura
En la noche de bodas, Tobías dijo a Sara:
-“Mujer, levántate vamos a rezar, pidiendo a nuestro Señor que tenga misericordia de nosotros y nos proteja.”
Se levantó, y empezaron a rezar, pidiendo a Dios que los protegiera. Rezo así:
-“Bendito eres, Dios de nuestros padres, y bendito tu nombre por los siglos de los siglos. Que te bendigan el cielo y todas tus criaturas por los siglos.
Tú creaste a Adán y, como ayuda y apoyo, creaste a su mujer, Eva; de los dos nació la raza humana.
Tú dijiste: “No está bien que el hombre esté solo, voy a hacerle alguien como él, que le ayude.”
Si yo me caso con esta prima mía, no busco satisfacer mi pasión, sino que procedo lealmente. Dígnate apiadarte de ella y de mí y haznos llegar juntos a la vejez.”
Los dos dijeron:
-“Amén, amén.”
Palabra de Dios.
Otras lecturas del Antiguo Testamento
-Génesis 24, 48-51. 58-67.
-Tobías 7, 6-14.
Lecturas del Nuevo Testamento
Lectura de la carta del apóstol San Pablo a los coloneses
Nuevo Testamento 6. Carta del apóstol San Pablo a los Colosenses, 3, 12-17. 2ª Lectura
Hermanos:
Como elegidos de Dios, Santos y amados, vestíos de la misericordia entrañable, bondad, humildad, dulzura, comprensión.
Sobrellevaos mutuamente y perdonaos, cuando alguno tenga quejas contra otro. El Señor os ha perdonado: haced vosotros lo mismo.
Y por encima de todo esto, el amor, que es el ceñidor de la unidad consumada.
Que la paz de Cristo actúe de árbitro en vuestro corazón; a ella habéis sido convocados, en un solo cuerpo.
Y sed agradecidos. La palabra de Cristo habite en vosotros en toda su riqueza; enseñaos unos a otros con toda sabiduría; corregíos mutuamente.
Cantad a Dios, dalle gracias de corazón, con salmos, himnos y cánticos inspirados.
Y, todo lo que de palabra o de obra realicéis, sea todo en nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él.
Palabra de Dios.
Lectura de la carta del apóstol San Pablo a los efesios
Nuevo Testamento 3. Carta del apóstol San Pablo a los Efesios, 4, 1-6. 2ª Lectura
Hermanos:
Yo, el prisionero por Cristo, os ruego que andéis como pide la vocación a la que habéis sido convocados.
Sed siempre humildes y amables, sed comprensivos; sobrellevaos mutuamente con amor; esforzaos en mantener la unidad del Espíritu, con el vínculo de la paz.
Un solo cuerpo y un solo Espíritu, como una sola es la meta de la esperanza en la vocación a la que habéis sido convocados.
Un Señor, una fe, un Bautismo. Un Dios, Padre de todo, que lo trasciende todo, y lo penetra todo, y lo invade todo. Bendito sea por los siglos de los siglos. Amén.
Palabra de Dios.
Lectura de la carta del apóstol San Pablo a los efesios
Nuevo Testamento 4. Carta del apóstol San Pablo a los Efesios, 5, 2a. 25-32 2ª Lectura
Hermanos:
Vivid en el amor como Cristo nos amó y se entregó por nosotros a Dios.
Maridos, amad a vuestras mujeres como Cristo amó a su Iglesia.
Él se entregó a sí mismo por ella, para consagrarla, purificándola con el baño del agua y la palabra, y para colocarla ante sí gloriosa, la Iglesia, sin mancha ni arruga ni nada semejante, sino santa e inmaculada. Así deben también los maridos amar a sus mujeres, como cuerpos suyos que son.
Amar a su mujer es amarse a sí mismo. Pues nadie jamás ha odiado su propia carne, sino que le da alimento y calor, como Cristo hace con la Iglesia, porque somos miembros de su cuerpo.
“Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer y serán los dos una sola carne”.
Es éste un gran misterio: y yo lo refiero a Cristo y a la Iglesia.
Palabra de Dios.
Lectura de la carta del apóstol San Pablo a los filipenses
Nuevo Testamento 5. Carta del apóstol San Pablo a los Filipenses, 4, 4-9. 2ª Lectura
Hermanos:
Estad siempre alegres en el Señor; os lo repito, estad alegres. Que vuestra mesura la conozca todo el mundo. El Señor está cerca. Nada os preocupe; sino que, en toda ocasión, en la oración y súplica con acción de gracias, vuestras peticiones sean presentadas a Dios. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo juicio, custodiará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
Finalmente, hermanos, todo lo que es verdadero, noble, justo, puro, amable, laudable; todo lo que es virtud o mérito tenedlo en cuenta. Y lo que aprendisteis, recibisteis, oísteis y visteis en mí, ponedlo por obra. Y el Dios de la paz estará con vosotros.
Palabra de Dios.
Lectura de la carta del apóstol San Pablo a los hebreos
Nuevo Testamento 7. Carta del apóstol San Pablo a los Hebreos, 13, 1-4a. 5-6b. 2ª Lectura
Hermanos:
Conservad el amor fraterno y no olvidéis la hospitalidad: por ella algunos recibieron sin saberlo la visita de unos ángeles.
Acordaos de los que están presos como si estuvierais presos con ellos; de los que son maltratados como si estuvierais en su carne.
Que todos respeten el matrimonio.
Vivid sin ansia de dinero, contentándoos con lo que tengáis, pues él mismo dijo: “Nunca te dejaré ni te abandonaré”; “El Señor es mi auxilio: nada temo; ¿qué podrá hacerme el hombre?”
Palabra de Dios.
Lectura de la carta del apóstol San Pablo a los romanos
Nuevo Testamento 1. Carta de San Pablo a los Romanos 15, 1b-3a. 5-7. 13. 2ª Lectura
Debemos no buscar nuestro propio agrado. Que cada uno de nosotros trate de ganar a su prójimo para el bien, buscando su edificación; pues tampoco Cristo buscó su propio agrado.
Y el Dios de la paciencia y del consuelo os conceda tener los unos para con los otros los mismos sentimientos, según Cristo Jesús, para que unánimes, a una voz, glorifiquéis al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo.
Por tanto, acogeos mutuamente como os acogió Cristo para gloria de Dios.
El Dios de la esperanza os colme de todo gozo y paz en vuestra fe, hasta rebosar de esperanza por la fuerza del Espíritu Santo.
Palabra de Dios.
Lectura de la carta del apóstol San Puan
Nuevo Testamento 9. Primera Carta del apóstol San Juan 3, 18-24. 2ª Lectura
Hijos míos, no amemos de palabra y de boca, sino de verdad y con obras.
En esto conoceremos que somos de verdad y tranquilizaremos nuestra conciencia ante él, en caso de que nos condene nuestra conciencia; pues Dios es mayor que nuestra conciencia y conoce todo.
Queridos, si la conciencia no nos condena, tenemos plena confianza ante Dios. Y cuando pidamos lo recibimos de él, porque guardamos sus mandamientos y hacemos lo que le agrada.
Y éste es su mandamiento: que creamos en el nombre de su Hijo, Jesucristo, y que nos amemos unos a otros, tal como nos lo mandó.
Quien guarda sus mandamientos permanece en Dios, y Dios en él; en esto conocemos que permanece en nosotros: por el Espíritu que nos dio.
Palabra de Dios.
Lectura de la carta del apóstol San Pablo a los corintios
Nuevo Testamento 2. Primera carta de San Pablo a los Corintios 12, 31. 13, 1-8a. 2ª Lectura
Hermanos:
Ambicionad los carismas mejores. Y aún os voy a mostrar un camino excepcional.
Ya podría yo hablar las lenguas de los hombres y de los ángeles; si no tengo amor, no soy más que un metal que resuena o unos platillos que aturden.
Ya podría tener el don de la profecía y conocer todos los secretos y todo el saber, podría tener fe como para mover montañas; si no tengo amor, de nada me sirve.
El amor es paciente, afable; no tiene envidia; no presume ni se engríe; no es mal educado ni egoísta; no se irrita; no lleva cuentas del mal; no se alegra de la injusticia, sino que goza con la verdad.
Disculpa sin límites, cree sin límites, espera sin límites, aguanta sin límites. El amor no pasa nunca.
Palabra de Dios.
Lectura de la carta del apóstol San Pedro
Nuevo Testamento 8. Primera Carta del apóstol San Pedro 3, 1-9. 2ª Lectura
Queridos hermanos:
Las mujeres sean sumisas a los propios maridos para que, si incluso algunos no creen en la palabra, sean ganados no por palabras, sino por la conducta de sus mujeres, al considerar vuestra conducta casta y respetuosa.
Que vuestro adorno no esté en el exterior: en peinados, joyas y modas, sino en lo oculto del corazón, en la incorruptibilidad de un alma dulce y serena: esto es precioso ante Dios. Así se adornaban en otro tiempo las santas mujeres que esperaban en Dios, siendo sumisas a sus maridos; así obedeció Sara a Abrahán, llamándole Señor. De ella os hacéis hijas cuando obráis bien, sin ningún temor.
De igual manera, vosotros, maridos, en la vida común sed comprensivos con la mujer, que es un ser más frágil, respetándolas, ya que son también coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no encuentren obstáculo.
Procurad todos tener un mismo pensar y un mismo sentir: con afecto fraternal, con ternura, con humildad.
No devolváis mal por mal o insulto por insulto; al contrario, responded con una bendición, porque para esto habéis sido llamados: para heredar una bendición.
Palabra de Dios.
Lectura del libro del Apocalipsis
Nuevo Testamento 10. Libro del Apocalipsis 19, 1. 5-9a. 2ª Lectura
Yo, Juan, oí en el cielo algo que recordaba el vocerío de una gran muchedumbre; cantaban:
“Aleluya. La salvación y la gloria y el poder son de nuestro Dios.”
Y salió una voz del trono que decía:
“Alabad al Señor, sus siervos todos, los que le teméis, pequeños y grandes.”
Y oí algo que recordaba el rumor de una muchedumbre inmensa, el estruendo del océano y el fragor de fuertes truenos. Y decían:
“Aleluya. Porque reina el Señor, nuestro Dios, dueño de todo, alegrémonos y gocemos y démosle gracias.
Llegó la boda del Cordero, su esposa se ha embellecido, y se le ha concedido vestirse de lino deslumbrante de blancura -el lino son las buenas acciones de los santos-.”
Luego me dice:
-“Escribe: “Dichosos los invitados al banquete de bodas del Cordero.”
Palabra de Dios.
Otras lecturas del Nuevo Testamento
-Carta del Apóstol San Pablo a los Romanos, 8-31b-35. 37-39.
-Carta del Apóstol San Pablo a los Romanos, 12, 1-2. 9-13.
-Primera Carta del Apóstol San Pablo a los Corintios, 6, 13c-15a. 17-20.
-Primera Carta del Apóstol San Juan 4, 7-12.
