Buscar el sitio para celebrar el banquete
El primer factor a tener en cuenta, es el presupuesto con el que contáis, dependiendo de eso podéis comenzar a contemplar posibilidades que se adapten. Luego debéis decidir el lugar geográfico, si tenéis un lugar que os haga especial ilusión aunque este lejos de vuestro lugar de residencia, dejaos llevar, es vuestro día y debéis celebrarlo como mejor creáis.
El siguiente paso es tener muy claro el número de invitados para elegir el lugar adecuado. Necesitamos saber cuanto antes el número aproximado de personas que asistirán a nuestra boda. Es una decisión importante puesto que nos servirá a la hora de seleccionar el lugar del banquete: en función de ello se decidirá el tamaño del salón. Debéis saber más o menos el número aproximado de invitados para que el lugar tenga capacidad suficiente en caso de que sean muchos invitados, o para que no resulte demasiado grande en el caso de que sea una celebración íntima. En la confección de la lista, contad también con la participación de las dos familias, puesto que ellas, ya asistieron a muchas bodas y deberán corresponder ahora con sus compromisos. Definid entre todos un número aproximado de invitados y contad con que casi siempre los invitados fallarán en un porcentaje de entre un 15 y un 20 por ciento.
La estación del año también es un factor importante para tomar la decisión de celebrarla al aire libre o en el interior de algún local. Existen todo tipo de opciones, desde una bonita playa, un granero, una casa rural, un restaurante clásico, castillos, hoteles… Otro factor importante es que os informéis de los servicios que ofrecen en el lugar del banquete, y los servicios que es posible contratar de fuera.
En primavera y en otoño, si elegimos el mediodía y el tiempo nos lo permite, podremos contar con un espacio al aire libre para servir el cocktail. Se podrá aprovechar el sol hasta las 17 h., si lo hay. Si el banquete es por la tarde y no podemos utilizar el jardín por el frío, una buena vista que admirar desde el interior siempre será algo placentero. En el verano hay que tener mucho cuidado en casarse solo por la tarde y después de las 19 h. Por favor, no elijáis las 16h. en un caluroso mes de julio, vuestros invitados os lo agradecerán. En el invierno nos dará igual elegir mediodía o tarde ya que el festejo será forzosamente en el interior, la ceremonia podrá ser hacia las 18h. Tened en cuenta que las bodas de invierno son mucho más exclusivas y pueden quedar preciosas si os gastáis un poquito en decoración. Los invitados agradecen las bodas de invierno, es una ocasión muy especial para disfrutar a lo grande.
Teniendo en cuenta estos dos factores se puede optar por:
Hotel
En ellos todo está, por lo general, muy estandarizado aunque hoy en día tienden a la personalización: menús, vajillas, decoración, mantelería… La ventaja es que el abanico de precios es amplio; según la categoría del hotel así serán los precios mínimos por comensal.
Salones
Hay muchos establecimientos dedicados específicamente a celebraciones de éste tipo, hay una gran profesionalidad y variedad en los servicios que ofrecen.
Restaurante
Algunos son ideales para bodas no excesivamente masivas. La atención y confección de menús, aunque lógicamente tienen menús-tipo, es muy negociable. Los precios lógicamente van en función de la categoría del local y del contenido del menú.
Finca alquilada o finca particular con catering
Está muy de moda celebrar las bodas en el jardín de la casa particular de uno de los novios, en cuyo caso se contratará un catering. Si se celebra en una finca alquilada, hay dos posibilidades: elegir los novios la finca y alquilarla y después contratar el catering, o bien acudir a una empresa que ya tenga una serie de fincas adjudicadas para celebrar bodas.
Observación: hoy en día existen muchas otras las opciones entre las que podréis elegir para la celebración del banquete: castillos, carpas, etc. Además de las que os permita vuestra imaginación.
Protocolo de colocación
Después de la boda, suele tener lugar la celebración de un banquete. Incluso con un aperitivo previo, los invitados llegan y esperan a novios para empezar. Si hay platos servidos (por ejemplo unos embutidos) no se debe empezar hasta que éstos lleguen, se sienten y empiecen a comer.
Se sientan: padrino, esposa, esposo y madrina, y dependiendo de la costumbre los cónyuges de los padrinos y algún familiar muy mayor, como los abuelos.
Si el sacerdote también es invitado, se sienta en la mesa presidencial.
Cocina de Autor
Cada vez más parejas se decantan por la cocina de autor para su banquete nupcial atraídas por la originalidad y el exotismo de sus platos. La elección viene precedida de una peregrinación por decenas de establecimientos en busca de la propuesta perfecta. Cada vez es más habitual que la pareja busque un plus de distinción, algo diferente con lo que sorprender. A poder ser, lo nunca visto en otra boda. La tendencia empuja a alejarse de las comidas exageradamente copiosas, las bandejas de langostinos cocidos a tutiplén y la tradicional tarta de nata. Y siempre hay cocineros dispuestos a asumir el reto. La duda que se despierta es la siguiente: ¿Es posible trasladar la cocina de autor a una boda?.
Y es que, a la hora de decidir el menú, los novios suelen pensar tanto en sus invitados como en sus propias preferencias. Buscar algo que guste a todos puede ser una labor complicada y uno de los mayores tópicos de la cocina creativa es que abusa de presentación, pero adolece de comida. No obstante, esto parece que empieza a cambiar. Al menos, en este tipo de eventos, ya que los restauradores son cada vez más conscientes de que, ante todo, el comensal debe salir satisfecho.
Los expertos opinan: Nuestra cocina es creativa por su presentación, pero no tiene que ver con la cantidad. Por ejemplo, el peso de un bogavante es el mismo, aunque está mucho mejor presentado que en otro tipo de menú. Quizás el hecho de que se sirva sin caparazón puede hacer que parezca mucho más pequeño. Damos así, también, comodidad», reconoce, consciente de que para muchos la cocina creativa aún sigue siendo un plato con mucho nombre, pero poco abundante.
En este concepto de ‘comida estilizada’, la calidad no tiene por qué ponerse en duda. Los expertos no dudan en afirmar que la diferencia con el menú tradicional es inexistente: «El trabajo es igual; las materias primas, las mismas. Siempre se busca la calidad en cada una de nuestras elaboraciones».
Esto afecta también al precio del menú. Según los expertos, el precio no varía en exceso del menú tradicional, ya que «el coste de la materia prima es el mismo, independientemente de la forma en la que se cocina».
Hasta ahora, los novios preferían ir ‘a tiro fijo’; es decir, incluir en el menú de su enlace lo que se supone gusta a la mayoría. Sin embargo, cada vez cala más la idea de que la repetición de recetas exitosas conlleva el riesgo de quedarse anclado y superado por la cocina imaginativa.
Pese a este auge, el porcentaje que prefiere la vía tradicional sigue siendo considerablemente más elevado. Eso sí, a medio camino, hay una tercera opción: apostar por lo autóctono.
Después de la boda, suele tener lugar la celebración de un banquete. Incluso con un aperitivo previo, los invitados llegan y esperan a novios para empezar. Si hay platos servidos (por ejemplo unos embutidos) no se debe empezar hasta que éstos lleguen, se sienten y empiecen a comer.
Se sientan: padrino, esposa, esposo y madrina, y dependiendo de la costumbre los cónyuges de los padrinos y algún familiar muy mayor, como los abuelos.
Si el sacerdote también es invitado, se sienta en la mesa presidencial.
