
Barcelona tiene el carácter de las ciudades mediterráneas: dinámica y abierta, invita al ocio, a pasear y a disfrutar. Barcelona tiene un estilo de vida propio que la hace única.
Cuna de la cultura catalana, entre muchas otras culturas y civilizaciones, testigo de grandes transformaciones como la Revolución Industrial o la guerra civil entre tantas otras, Barcelona tiene una historia fascinante.
Acogedor y benigno, el tiempo en Barcelona es cálido, y por eso la ciudad vive de puertas afuera. Gracias a su ubicación a la orilla del Mediterráneo, las temperaturas suelen ser agradables, lo que permite a los barceloneses disfrutar de sus 5 km de playas perfectamente equipadas durante todo el año y de un puerto olímpico excelente para la práctica de deportes náuticos.
Las precipitaciones suelen tener un nivel de 1000 mm anuales y ocasionalmente pueden ser intensas. Este tiempo propicia el buen mantenimiento de las diversas zonas verdes repartidas por Barcelona.
Vivir bajo el sol durante todo el año hace posible un tiempo agradable y poder disfrutar plenamente de la ciudad: en Barcelona se puede comer en restaurantes al aire libre en cualquier época o tomar una copa en una de sus muchas terrazas, con el Mediterráneo como marco excepcional.
En Catalunya existen dos idiomas oficiales: el catalán y el castellano, y cada vez más gente entiende y habla el inglés.
Catalunya tiene un idioma propio: el catalán. La mayoría de las personas que viven en Barcelona hablan el catalán y el castellano, que también es idioma oficial. El nombre de las calles y la mayoría de indicaciones de transportes las encontraréis en catalán.
Muchos restaurantes, sobre todo del centro, disponen de menús en diversos idiomas. Muchas personas de Barcelona entienden también el inglés y el francés, y pueden orientar al turista cuando pide información.
Barcelona trabaja para ser accesible para las personas con discapacidad con un objetivo principal: conseguir una ciudad cohesionada que favorezca la calidad de vida y el respeto a la diversitat. Entre todos, construimos una Barcelona mejor, buscando la libertad, la autonomía y todas las facilidades para facilitar el acceso a los puntos más emblemáticos, el transporte público y que disfrutar de la ciudad sea accesible a la gente con discapacidad.
¿Qué hay por aquí? ¿Y unas calles más allá? Estés donde estés de Barcelona, seguro que muy cerca, por el barrio o el distrito, hay algo que ver: joyas del Modernismo y de la arquitectura contemporánea, mercados para regalarse los sentidos, tesoros de la antigua ciudad romana y medieval, parques donde relajarse… Y lo mejor es que no hay que ser un gran explorador para encontrarlos y conocer todos los barrios de Barcelona.
Arte y Cultura. Arte, cultura, ciencia y entretenimiento se dan cita en los museos de Barcelona: momias egipcias y obras de arte contemporáneo, la reconstrucción de un manglar y las prendas que han marcado la historia de la moda, el origen romano de la ciudad y uno de los clubs deportivos más grandes de Europa… Así de inquieta es la vida cultural de la ciudad.
Ciencia y Tecnología. Recorrer la atmósfera amazónica, pasear entre las estrellas, conocer plantas de los cinco continentes, observar un ejército de hormigas, estudiar los fósiles… En los museos de Ciencia y Tecnología de la ciudad entrarás en un mundo fascinante donde encontrarás respuestas a las preguntas más increíbles.
Historia, Arqueología y Etnología. Conocer el pasado para entender el futuro. Saber de dónde venimos, lo que somos. Comprender y admirar otras culturas. Barcelona te ofrece la oportunidad de recorrer miles de años de historia en sus museos dedicados a la historia, la arqueología y la etnología.
Artes Aplicadas. Descubre todo el arte que hay en las cosas más cotidianas. Entra en un mundo sorprendente donde encontrarás detalles llenos de magia en museos tan especiales como el de Cera o el del Calzado.
Centros de exposiciones. Una mirada al mundo actual a través de fotografías, exposiciones interactivas y divulgativas, arte conceptual… La efervescencia artística queda reflejada en los centros de exposiciones repartidos por toda Barcelona.
Deportes. Barcelona y el deporte tienen una relación muy especial. El Barça y los Juegos Olímpicos están íntimamente unidos a la ciudad, y sus museos del deporte te mostrarán su cara más apasionante y desconocida.
Atracciones y ocio. A todo el mundo le gusta la diversión y el ocio. Y en Barcelona hay diversión para todos: niños y mayores, amantes de las emociones fuertes y de la tranquilidad. Puedes pasear entre tiburones, acariciar a delfines, subirte a una montaña rusa trepidante o disfrutar de las magníficas vistas de Barcelona y la tranquilidad de sus parques. Aunque, lo mejor, es hacerlo todo.
Lugares de ocio. En Barcelona no hay tiempo para el aburrimiento ya que existe una gran oferta de diversión y ocio. Para visitantes tranquilos, recomendamos disfrutar de las vistas de la ciudad desde sus emblemáticos miradores. Los amantes de los animales no deben perderse el Zoo o el Aquàrium. Y mayores y pequeños se lo pasarán genial en el Tibidabo y en el Poble Espanyol. ¿Empezamos?
Con Niños. Los más pequeños también se enamorarán de Barcelona. Y no les faltarán razones. ¿Sabías que hay una montaña mágica llamada Tibidabo? ¿Que tienen la oportunidad de pasear por un auténtico bosque amazónico? ¿Y qué me dices de emocionarse en el Liceu con música especialmente pensada para ellos? Todo esto, además de espectáculos, zoo, teatros y parques, harán las delicias de niños y niñas.
Parques. De Barcelona podemos visitar muchas: la de los barrios, la gótica, la modernista, la contemporánea… pero también hay una Barcelona verde, la Barcelona de los parques y de los jardines. Los encontramos repartidos por toda la ciudad. Son espacios verdes que siempre tienen interés, ya sea botánico, urbanístico o escultórico.
Barcelona permite pasear en parques y jardines públicos de toda clase. Parques con arboledas y lugares sombreados, con superficies verdes donde tomar el sol, donde encontrar fuentes, estanques, esculturas y juegos infantiles. Dos grandes pulmones verdes flanquean Barcelona: el Parque de Collserola ofrece unas 8.000 hectáreas de superficie protegida, y el Parque de Montjuïc es la colina que esconde un tesoro de jardines, entre ellos el Jardín Botánico. Los románticos Parque del Laberint, Parque de Cervantes o el popular Parque de la Ciutadella conservan el regusto de los jardines clásicos. Al pie de Collserola, algunos parques de aspecto boscoso salpican los barrios próximos a la montaña. La vegetación mediterránea es la protagonista en el Parque de l’Oreneta, o en los de la Guineueta y el Turó de la Peira. No muy lejos, en el distrito de Gràcia, el Park Güell muestra la huella de Gaudí.
Y para los amantes de la modernidad, Barcelona es un pozo de posibilidades para descubrir el diseño de nuevas superficies verdes que buscan la integración entre naturaleza y urbanismo. Son ejemplos el Parque de Diagonal Mar, el Parque Central de Nou Barris, o los parques nacidos en antiguas zonas industriales y ferroviarias, como por ejemplo el Parque de la Estació del Nord o el Parque del Clot.
Playas. En Barcelona hay más de 4,5 Km. de playas con todos los servicios necesarios que invitan a disfrutar del mar Mediterráneo durante todo el año. Barcelona es una ciudad abierta al mar. Las playas de la capital catalana, con sus 4,5 km de longitud, se caracterizan por ser de arenas finas y doradas, anchas y poco profundas. Éstas constituyen uno de los mayores espacios de ocio de los que disponen los ciudadanos y los visitantes de Barcelona. A pocos minutos de cualquier punto de la ciudad gracias a los buenos accesos en transporte público y en bicicleta, y dotadas de todos los equipamientos y servicios necesarios, acogen cada año alrededor de siete millones de personas.
Las playas son un complemento ideal a la oferta cultural de Barcelona para disfrutarlas en cualquier época del año. Desde pasear, pasar una rato en una terraza o un restaurante, disfrutar de la vista y el clima, bañarse, practicar alguna actividad deportiva, ir en bicicleta…
Deportes. Con los Juegos Olímpicos de 1992 la ciudad se puso más en forma que nunca. Y lo sigue estando. Se nota en las competiciones internacionales que convocan a millones de personas cada año y en las numerosas instalaciones para practicar golf, natación, ciclismo y todo tipo de deportes.
Lugares emblemáticos. Descubre los lugares que hicieron de Barcelona una ciudad de hitos olímpicos. Revive la emoción de unos Juegos que marcaron un antes y un después en la historia del Olimpismo y paséate por joyas arquitectónicas como el Palau Sant Jordi o el Estadio Olímpico Lluís Companys.
Ir de compras. En Barcelona no tienes que elegir entre ir de compras o hacer turismo. Vayas donde vayas, notarás que las tiendas forman parte de la vida de la ciudad. Y mientras descubres rincones inolvidables, te darán la bienvenida los escaparates de firmas internacionales, modernas tiendas de diseño y clásicos establecimientos de toda la vida.
Barcelona es una ciudad de ejes comerciales. El eje comercial turístico por excelencia es el Barcelona Shopping Line, donde se encuentra tiendas internacionales de alta calidad; tiendas sorprendentes y modernas, con las últimas tendencias; tiendas con los precios más jóvenes… El modelo de ciudad compacta ha potenciado el desarrollo de los otros ejes comerciales, ubicados en los diferentes barrios y nacidos en torno a los Mercados municipales, que identifican actualmente la ciudad y la diferencian de otros modelos comerciales y de otras ciudades.
Salir de noche. Barcelona de noche no duerme. Ciudad de referencia en la escena electrónica internacional, la ciudad baila al ritmo de los mejores DJ’s. También los amantes del jazz, el rock, los ritmos latinos o el pop encontrarán aquí su sitio ideal. El ambiente nocturno en Barcelona se divide por zonas que reúnen estilos y características similares.
La Rambla. Barcelona no sería Barcelona sin la Rambla. Caminar por la Rambla arriba y abajo es todo un ritual que debe cumplirse. Es necesario impregnarse de su ambiente y admirar, desde Canaletes a Colón, los edificios que entroncan la Barcelona antigua con la modernidad como el Liceu y la Boqueria. Un paseo, en definitiva, por la vida y la historia de la ciudad.
Exactamente 1.200 metros de calle por donde pasa casi obligatoriamente todo aquél que visita Barcelona. La Rambla nació con el inicio de la modernidad, cuando en 1766 se trazó un paseo a lo largo de la muralla medieval que transcurría por esta parte de Barcelona desde el siglo XIII. Y los barceloneses lo hicieron suyo enseguida. En Barcelona, ciudad de calles estrechas y tortuosas, la Rambla constituía el único espacio apto para ver y ser visto y para recreo de todos los ciudadanos. Y realmente, al tratarse de un paseo céntrico, se daban cita allí todas las clases.
Poco a poco, los locales de ocio y cultura encontraron su lugar en La Rambla. A medida que desaparecían los conventos, en su lugar se instalaban floristas y quioscos. Hoy en día a nuestro paso nos recibirán edificios tan destacados como el Gran Teatre del Liceu, (la ópera barcelonesa), el Palau de la Virreina o el gran mercado de la Boquería. El torrente humano de artistas callejeros, turistas y ciudadanos que aún pasean por allí constituye un emocionante viaje por el microcosmos de esta Barcelona contemporánea.
Cuando la Rambla llega al mar, encontramos el Mirador de Colom, una oportunidad magnífica de admirar desde el aire esta arteria única de peatones.
Fuente: www.barcelonaturisme.com
