Matrimonio y familia en Islam

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La familia no es una institución uniforme sino que tiene diversas formas y expresa en sus estructuras el ser nuclear de las sociedades, que también y por esa razón son diferentes en función de la cultura, la economía, el clima, etc. Sabora Uribe, con su prosa limpia y precisa, hace un recorrido por los diversos estratos que soportan los lazos interpersonales de la familia islÔmica.

Para el no versado en temas islÔmicos, la lectura de este trabajo puede resultar sorprendente por la versatilidad, flexibilidad y disposición que ofrece la Ley IslÔmica en temas como la contraconcepción, el divorcio, o las relaciones conyugales.

El texto es tanto mĆ”s oportuno cuanto que los medios de comunicación de masas, la literatura y el cine, expresan realidades muy distintas que van teƱidas con el adjetivo ā€˜islĆ”mico’.

Bueno es saber qué dice el Islam, su Ley que estÔ contenida en el CorÔn, y en la Tradición viva de los dichos del último Profeta y Mensajero, la Paz sea con él.

ā€œY entre Sus portentos estĆ” el haber creado para vosotros parejas de vuestra misma especie, para que os inclinĆ©is hacia ellas, y haber engendrado amor y ternura entre vosotros: Ā”ciertamente, en esto hay en verdad mensajes para una gente que reflexiona!” (CorĆ”n 30-21).

La familia es una estructura elÔstica, multiforme, cambiante, puede ser amplia o reducida y mostrar innúmeros rostros, ¿qué tiene de peculiar, qué es lo que permanece en su trasfondo para que podamos llamar familia a una pareja sin hijos, a un hombre con dos mujeres y diez hijos, a un matrimonio con su parejita, a una mujer sola con sus hijos o aún otras combinaciones posibles? 

Únicamente el mutuo compromiso y las diversas expectativas que sus componentes mantienen entre sí es lo que persiste tras los cambiantes decorados en los que vemos desenvolverse la acción de la familia a través de los tiempos y de las geografías.

Cuando el individuo se hace adulto, en términos generales, sale de sí mismo para buscar otra persona con la que establecer un núcleo familiar, es decir, una trabazón de vínculos e intereses afectivos, de compañía, protección, bienestar y economía, un proyecto vital que suele concentrar las mejores energías, los mejores anhelos y, cuando menos, programas prÔcticos. La fe, la pasión puesta en el proyecto como dimensión destacada de la realización personal y el intercambio de buenas intenciones son los primeros cartuchos bien quemados en aras de conseguir una comunicación de intereses y una participación en opiniones y actitudes que hagan viable y satisfactoria la convivencia.

La familia estÔ en la cabeza. No hay forma de demostrar que es la sangre necesariamente la que se encarga de sostener las conexiones. No obstante, sea en parte la sangre, sea en parte la mitología que le acompaña, la cuestión es que el concepto de familia abarca tradicionalmente a todas aquellas personas que estÔn emparentadas en mayor o menor medida por lazos sanguíneos.familia-islamica

La otra cara de la moneda es la unión que se ejecuta voluntariamente, en un intento de organizar nuestras vidas fuera de esa viscosa red en la que a veces nos sentimos atrapados, para terminar formando otra maraña, otro nido capaz de proporcionarnos lo mismo desde otra perspectiva: en el mejor de los casos, afecto, protección, cuidado, educación y transmisión de bienes, tanto materiales como espirituales. Una perpetuación de uno mismo en el linaje; cada generación una puesta al día, una versión actualizada. 

El niño emerge a la vida en un Ômbito inicial en el que sus primeras incursiones, sus primeras vivencias de seguridad, de temor, de satisfacción o disgusto se entrelazan y conectan con las personas que constituyen el inmediato ambiente familiar, un ambiente que sus componentes elaboran, dÔndole un aire particular. Y en esas escaramuzas iniciales por el descubrimiento del mundo y de uno mismo se sella el pacto de familia, un pacto tan sagrado como el de la propia existencia y que suele mantenerse hasta la muerte; la familia es un compuesto orgÔnico lleno de olores, sabores, sonidos y demÔs arrebatos sensoriales: un mundo sensual y primitivo que nos marca de forma indeleble y que se localiza en la cabeza y en el corazón. 

A veces esta tupida red adquiere rasgos amenazantes; algunas personalidades perciben la presión del cerco familiar como asfixiante, como negadora de la individualidad, del estilo propio. A veces resulta difĆ­cil explorar los lĆ­mites de uno mismo bajo la mirada de unos familiares atentos que parecen leer en los entresijos del alma. Sin embargo, si uno se empeƱa en hacer incursiones por terrenos peligrosos o sufre un accidente de cualquier gĆ©nero, el cĆ­rculo se concentra y estrecha, como un moderno ā€˜airbag’ que se activa y retiene la caĆ­da o protege de los golpes.

Formas de la familia en el Islam

La definición no hace referencia al factor residencia pues sus miembros pueden ocupar o no la misma unidad residencial; carece de relevancia cómo o dónde residen mientras se mantengan las mutuas expectativas. La familia musulmana puede ser extensa, poligÔmica o de cualquier otro tipo. No hay prescripción acerca de la forma que debe adoptar ni hay posicionamiento en pro o en contra del tipo de familia nuclear; la forma organizativa es una cuestión abierta.

Las posiciones sociales que constituyen la familia musulmana tal y como la definimos aquí incluyen, en primer lugar, el sujeto, el esposo/a, los ascendientes y/o descendientes inmediatos. Son posiciones primarias, es decir, los constituyentes inmediatos del sistema familiar. Tales posiciones no son siempre necesariamente interdependientes. Por ejemplo, el sujeto puede tener esposa pero no ascendientes o descendientes y/o puede tener algunos de éstos pero no esposa. AdemÔs, puede haber otras posiciones cuyos ocupantes constituyen categorías adicionales. Son posiciones suplementarias y no hay unanimidad acerca de sus implicaciones. Las posiciones primarias mas las suplementarias forman el sistema familiar musulmÔn al completo. La única diferencia entre ambas categorías es que en la primera las expectativas mutuas son inequívocas mientras que en la segunda fluctúan mÔs.

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