Mi bebé tiene cólicos
Dicen que envolver al bebé apretadamente ayuda a que este se sienta caliente y seguro porque le recuerda la sensación que tenía dentro del vientre materno.
La suavidad de la manta ceñida alrededor del cuerpo les puede calmar del llanto e incluso los cólicos. Si quieres aprender técnicas que te ayuden a envolver a tu bebé, seguro que te vendrá bien echar un vistazo al libro Baby-Gami que te enseña como envolver al niño con técnicas de papiroflexia (origami en japonés e inglés).
El Dr. Harvey Karp, Profesor Asistente de Pediatría en la Escuela de Medicina de UCLA, un pediatra y especialista en desarrollo infantil con más de 25 años de experiencia, describe unas impresionantes técnicas para calmar el llanto del bebé y las ha tomado prestadas de otras culturas de todo el mundo. Las conclusiones del Dr. Kart lo llevaron a desarrollar una técnica que él llama Las Cinco S, por sus siglas en inglés: swaddling, side or stomach position, shushing, sucking. Éstas son:
Envolver al bebé
Colocarlo de lado
Columpiarlo (mecerlo)
Hacer un sonido shhhh
Succión
Técnicas del Dr. Karp
Para empezar, al bebé que llora se le envuelve en una mantita ligera con los brazos a los lados del cuerpo y no cruzados en el pecho, como solía hacerse. El advirtió que ésta posición de los brazos funcionaba mejor, porque muchos bebés conseguían soltarse cuando se les envolvía con los brazos sobre el pecho. Luego, se sostiene al bebé sobre su lado o estómago, ya sea viendo hacia fuera o hacia la madre/padre en posición de cuna o posición de cólico.
Es importante que si se toma al bebé de lado, se llegue a ésta posición desde una posición boca abajo, pues si se ponen boca arriba primero se desencadena un reflejo de asombro que puede interferir con el reflejo de calma.Si se coloca al bebé de lado, es muy importante que se le coloque en esa posición inclinándolo hacia su estómago y no hacia su espalda. Ya que de otra manera su reflejo de sobresalto podría interferir con el proceso de calmarlo. Luego la madre/padre se reclina hacia el bebé, justo detrás de su oído y hace un sonido “shhhhhh” fuerte. Este es un “shhh” largo y sostenido, mucho más fuerte de lo que podrías suponer.
La idea es imitar el sonido y volumen del torrente sanguíneo en el útero, el cual es más alto que el de algunas aspiradoras y secadoras de cabello.La respuesta de casi todos los bebés en este punto era un alto total del llanto, con el rostro y ojos totalmente relajados. Luego, “columpia” al bebé. La demostración en vivo lo hizo parecer más como un zangoloteo o meneo rápido. La cabeza del bebé es sostenida por la mano de la madre/padre, pero hay un zangoloteo definitivo, algo parecido a la vibración de una lavadora o un paseo en carro. El ultimo factor es la succión. El Dr. Karp refuerza el hecho de que el amamantamiento frecuente es algo que realizan las madres en todas las culturas con bajos niveles de llanto y aboga por un acceso fácil y frecuente al pecho. En este punto, el Dr. Karp recomienda el uso de un chupón, el cual puede reconfortar a algunos bebés.
Para los bebés que lloraban desconsolados, la reacción típica era de quedarse dormidos, con frecuencia en tan solo 10-15 segundos. Muchas personas en la conferencia pidieron la palabra y describieron cuan efectivo era el sistema para ellos. Algunas personas expresaron su preocupación ante la posibilidad de perder o mal interpretar señales de hambre cuando el bebé se mantiene envuelto de ésta forma todo el tiempo, pero el Dr. Karp aclaró que los bebés no deben estar envueltos todo el tiempo, todo bebé necesita oportunidades para explorar su ambiente y mover su cuerpo. También abogó por mucho amamantamiento, el cual en la mayoría de los casos aliviaría el problema de las señales de hambre. Como el llanto de los bebés tiende a reducirse entre las seis y las doce semanas, el Dr. Karp sugiere que los padres vayan abandonando poco a poco el uso éstas técnicas, aunque evidentemente habrá padres que tendrán que echar mano de ellas por un período de tiempo un poco mas prolongado.
