Para comenzar el otoño con un cambio de look radical nada mejor que un corte de pelo estilo pixie, término que significa “duende” o “hada” y que alude a la belleza casi mágica característica de las figuras fantásticas de las leyendas populares.
Va bien para los rostros finos y alargados, y sirve para focalizar la atención sobre los ojos. Hay que ser un poco atrevida para un corte tan radical y Victoria Beckan ya ha demostrado que es valiente en materia de imagen. Les va bien a aquellas que tengan facciones fuertes y marcadas, ya que da un toque femenino que favorece mucho.
En cabellos finos añade volumen y en los rizados da un aire desenfadado muy sugerente.
Es práctico para la mujer ocupada y puede llegar a ser muy versatil. Se mantiene con un poco de espuma y golpe de secador y hay que recortarlo cada cuatro semanas, más o menos.
El estilo recuerda a los años 60, a Mia Farrow en sus años mozos o a Twiggy, la delgada modelo icono de esos años, pero ya se han apuntado a él Michelle Willians, Katie Holmes o Mena Suvari.
En los peinados cortos los flequillos siguen mandando, largos, desfilados y caídos a un lado. Pero la melena es un clásico que nunca desaparece, larga, extra larga, lisa o rizada y alborotada.
Los colores en otoño e invierno suelen ser más apagados que durante el verano. Triunfa el oro en todas sus tonalidades, los chocolate y los colores que recuerdan al color del cacao son los más destacados. Sin olvidar los cobrizos y, para los momentos más locos, lo reflejos plata.
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